Lecturas diciembre


Acabo el año como lo empecé: #LeyendoAutoras. Recuerdo que hace poco leí, no quiero recordar dónde, o sí lo recuerdo, pero paso de hacerle más casito a este señor, que las mujeres siempre escribían igual y sobre lo mismo, «en tono plañidero o furibundo u ofendido» [sic]. Tomando distancia, me pregunté: «¿Es esto es verdad?». No voy a generalizar, simplemente me centraré en las lecturas de diciembre: ¿mis autoras de este mes usan un estilo raso y universal, limitándose como si siguiesen un patrón prestablecido, un formulario a rellenar, fill the gap, a repetir como un estribillo un tono plañidero o furibundo u ofendido? Pues no. Siete libros. Siete autoras. Que tienen cosas muy interesantes que contar, algunas han tardado años en poder contárnoslo, y cosas que van más allá de mirarse el ombligo, que diría este señor; que no usan en absoluto un tono plañidero sino más bien todo lo contrario: reivindicativo, luchador, lúcido, empático. Y encima, por si se sorprende, algunas son capaces de hacerlo con una calidad literaria tan elevada que me pregunto por qué no figuran en esos cánones literarios tan estupendos que dedican tanto tiempo y esfuerzo a hacer y divulgar... Y aquí están mis lecturas.

1. Nada crece a la luz de la luna. Torborg Nedreaas. Hay historias que aunque estén mal contadas ya por sí mismas merece la pena ser leídas. Cuando esa historia está encima bien contada, con un estilo narrativo punzante que desgarra la carne para hablarnos, no de la belleza de la sangre, sino del pus enquistado, es cuando se convierte en una obra maestra. Si bien ya comenté en la reseña que no es un libro para regalar a cualquiera ni para leer en cualquier momento por su dureza y por los temas que trata (el aborto, la marginación de la mujer, la prostitución como única salida, la hipocresía social y el amor tóxico y dependiente, son «sólo» algunos de ellos), una vez escogido el momento adecuado, se convierte en uno de esos que una no se cansa de recomendar, de recordar, de releer. Es tal la belleza de la superficie y el realismo que oculta que es imposible permanecer indiferente ante él.

2. Virginia Woolf. Vida de una escritora. Lyndall Gordon. La vida de Virginia Woolf es, sin duda, una de las mejores documentadas, no solo porque escribía de forma exhaustiva, diariamente, en sus Diarios, sino también por la múltiple correspondencia que mantuvo, su prolífica obra y los artículos que sobre ella se han publicado. Escribir, por tanto, una biografía sobre ella no es fácil con tantos datos y tantas personas que la rodearon. Sin embargo, Lyndall ha conseguido canalizar todos estos datos en un punto en concreto: la Virginia escritora, indisolublemente unida a la Virginia mujer, pero centrándose en los aspectos más destacados de su vida y relevantes para su formación como autora. Descubrimos así a una Virginia desconocida para muchos, una mujer alegre, que, excepto en los períodos de intensa depresión, vivía la vida intensamente, con autenticidad y con objetivos muy claros. La maestría de su narración no es más que un reflejo de cómo era ella en su esfera íntima: aguda, irónica, con contradicciones que se esforzaba por desenredar, sin tabúes y con una gran profundidad de mira. Esta obra consigue relacionar todos sus escritos con los aspectos de su vida y, por ello, es aconsejable haber leído bastantes obras suyas antes de adentrarse en esta biografía. Así, se puede extraer con más productividad todo cuanto Lyndall nos cuenta. 

3. Un invierno en Sokcho. Élisa Shua Dusapin. Sokcho es un pueblo costero surcoreano fronterizo con Corea del Norte que en invierno, superada la avalancha de turistas en busca de sol y playa, queda a solas con todas las soledades que allí habitan. La protagonista de esta historia trabaja como recepcionista en una pensión decadente a la que en temporada baja solo van a parar borrachos o desorientados. La llegada de un dibujante francés viene a romper la monótona vida de la joven quien consigue ver que el tipo de vida que lleva no se parece en nada con la que le gustaría tener. La amenaza constante de un posible conflicto bélico con el país vecino; la amenaza de morir envenenado por un pez globo si éste no se ha limpiado correctamente; la amenaza de un apego feroz hacia una madre que puede estancarla y hacer que se convierta en ella... El efluvio de la amenaza constante sobrevuela sobre este canto a la libertad creativa y vital narrado con la belleza, el exotismo, el gusto por los detalles y el minimalismo tan propios de la literatura surcoreana. Un pequeña #joyita.

4. Cósima. Grazia Deledda. Siguiendo con el proyecto para leer a las catorce mujeres que han recibido el Premio Nobel de Literatura, impulsado por Diana (todo-mi-ser-blogspot.com.es), este mes tocaba leer a Grazia Deledda, ganadora en 1926. Este libro póstumo de carácter autobiográfico es un ejemplo perfecto de escritora que se hizo a sí misma. Salvando las distancias, Grazia comparte con Virginia Woolf el hecho de que desde muy pequeñas tuvieron claro que querían ser escritoras. Sin embargo, mientras que Virginia tenía el terreno abonado por el ambiente cultural en el que transcurrió su infancia y por las amistades que la rodearon toda su vida, el caso de Grazia tiene doble mérito pues, en primer lugar, a ella por nacimiento (Nuoro, Cerdeña, 1871) le correspondía casarse decentemente y encerrarse en la cocina a cuidar de su casa, algo que no hizo; en segundo lugar, tuvo en contra no sólo a sus vecinos sino a varios miembros de su propia familia. Totalmente autodidacta, Grazia no desistió en su sueño y, sin pretenderlo, tuvo una vida que se vio reflejada en esta obra en concreto que, sin lugar a dudas, podríamos calificar como «feminista». Con tales méritos, el estilo inconstante con el que escribe (con puntos álgidos, en los que retrata magistralmente la sociedad corsa de su época, que atrapan frente a otros pasajes que resultan meramente accesorios e incluso aburridos) se le perdona. 

5. Encuentro en el Café de Flore con Simone de Beauvoir. Rosa María Rodríguez Magda. Continuando con mi deseo de seguir conociendo un poco mejor a mi querida Simone para el proyecto @AdoptaunaAutora, me hice con este librito y tuve la suerte de ir a la presentación en mi librería de cabecera, Librería de Mujeres de Madrid. El libro es perfecto para acercarse a Simone y, también, para conseguir en pocas páginas, una visión global sobre su vida, su pensamiento y su personalidad. En la primera parte, Rosa María nos habla de la importancia de Simone como escritora pero, sobre todo, como filósofa, ya que sus novelas y sus obras de teatro era un terreno más para explorar su esencia y la del ser humano. Sin medias tintas, nos presenta tanto los puntos por los que «El Segundo Sexo» se considera una de las obras fundacionales del feminismo como las críticas que ha ido recibiendo posteriormente, muchas de ellas absorbidas por el propio empuje y valentía de la obra. En la segunda parte, la autora recrea el sueño de much@s al tener la posibilidad de mantener una entrevista en persona con la propia Simone. Lo más curioso es que la respuestas de ésta son fragmentos exactos extraídos de obras y de entrevistas de la propia Simone. Ya no hay excusa para no conocerla.

6. Solterona: La construcción de una vida propia. Kate Bolick. Si la obra se hubiese limitado a la primera parte del título, Solterona, este libro se habría colocado por derecho propio en una de mis lecturas del año. Kate Bolick, con un agudo sentido del humor y con una documentación exhaustiva y seria, revisa el término Solterona, usado tan a menudo con connotaciones despectivas/compasivas para darle un significado mucho más digno, repleto de términos como libre elección, realización personal, independencia, autenticidad. Para ello se sirve de cinco mujeres que ella llama sus «despertadoras» y que son, nada más y nada menos, que Charlotte Perkins, Edith Wharton, Neith Boyce, Maeve Breenan y Edna St. Vincent Millay; cinco voces fundamentales de la literatura y del activismo feminista muy olvidadas por la historia. Que Kate Bolick las de voz y las recupere ya hace que valga la pena leer este libro. Sin embargo, ese segundo aspecto sobre la construcción de una vida propia, o lo que es lo mismo, de cómo la autora se reafirma como escritora y solterona, me ha dejado un poco fría. Sus idas y venidas amorosas repletas de anécdotas frívolas, en mi modestísima opinión, enturbia el mensaje que quiere mandar y me ha parecido más propio de ese subgénero chick-lit que ella llega a criticar en determinado momento destinado a mujeres neoyorquinas, urbanas, trabajadoras, muy al estilo de la famosa serie Sex and the City, con un individualismo muy marcado, casi extremo, y un público demasiado específico.

Mi ensayo feminista del mes: Neoliberalismo Sexual. El mito de la libre elección. Ana de Miguel. Cada vez que Ana de Miguel concede una entrevista sube el pan y no es para menos. Una de las filósofas más lúcidas de nuestro panorama actual plantea con tal claridad y coherencia sus argumentos en contra del mito de la libre elección que planea constantemente en torno a muchos de los lugares comunes patriarcales como la prostitución o la pornografía, que es imposible volver a mirar la realidad que nos muestran los mass media con los mismos ojos de antes. ¿De verdad todo es negociable? ¿Todo está sujeto a la ley de la oferta y la demanda? ¿No hay límites personales y sociales? ¿Todo vale? Pues si todo vale, dice Ana de Miguel, nada vale. Y esta paradoja está explicada de forma clarividente en este ensayo que, al menos, da mucho que pensar. Tras acabarlo, preguntas como ¿qué es la libertad? ¿cuáles son los límites? ¿dónde está su origen? ¿es real o ilusoria? seguirán acompañando a quienes lo leemos como una sombra que nunca desaparecerá. 

Comentarios

  1. ¡Holaaaa! Qué ganas tenía de volver a estar aquí. Ya saqué el papel para apuntar los títulos, es cierto que ya me sonaban algunos, pero siempre viene bien volverlos a recordar. <3

    Pobres señores los que tienen esas ideas, dan demasiada lástima.

    ¡Tengo infinitas ganas de leer "Nada crece a la luz de la luna"! Como vi que te gustó tanto... Ay. *_* Y es que el título me enamora. ¡Cósima! Me habría gustado leer ese libro, sniff. Yo leí uno que ya comentaré en una entrada. ;) Oh, ¿y lees un ensayo feminista al mes? ¡Qué maravillosa idea! Me encantaría hacerlo, pero creo que ya son muchos los retos para este nuevo año, je. >.<

    Tus entradas son adictivas; ¡me-encantan! <333
    ¡Te envío un fuerte abrazo!
    Y... ¡felices fiestas! *3*

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    1. ¡Diana! Gracias, gracias por tu visita. Nada crece a La Luz de la luna es muy tú con ese estilo lírico, ese desdoblamiento poético de las palabras y las imágenes. Un libro duro pero que recomiendo encarecidamente que leas cuando encuentres el momento.
      Un abrazo enorme.

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  2. Gracias por leer y escribir sobre lo que lees. Me encanta este blog. Lo haces muy bien.

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    1. ¡Muchísimas gracias!!! A ti por pasarte por mi pequeño rincón.
      Un abrazo

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