Silencio - Natalia Ginzburg



Título original: Silenzio [Incluído en el libro Las pequeñas virtudes]
Edición: Acantilado. Febrero 2002 (1ª ed. Séptima reimpresión Junio 2016).
Traducción: Celia Filipetto
Páginas: 105-111
ISBN: 978-84-95359-66-7
Precio: 14,00€
Calificación: 10/10
«Entre los vicios más extraños y graves de nuestra época, hay que mencionar el silencio». (Pág. 105)
Año 1951. Han pasado ya varios años desde el fin de la Segunda Guerra Mundial y la muerte de Leone, y unos meses tras el suicidio de Cesare Pavese. Natalia reflexiona como para sí misma sobre todo lo que ha sucedido y se centra en un aspecto fundamental para todo escritor: el silencio. Nadie como un escritor, nadie como ella misma, sabe lo que es enfrentarse a un papel en blanco y comenzar una pelea por plasmar algo sin saber qué ni cómo. 
«Nunca como hoy, los destinos de los hombres han estado tan estrechamente libgados entre sí, de modo que el desastre de uno es el desastre de todos». (Pág. 110)
Durante la infancia la palabra era para ella un mundo privado al que sólo recurría en la intimidad de su habitación, cuando escribía esos poemas infantiles que adornaba con florecitas. A la mesa no se podía hablar mientras se comía. Y fuera de ella tampoco la dejaban hablar esos cuatro hermanos mayores gritones. Ella se callaba, sintiéndose rica en su silencio. Pero la decepción llega cuando, al crecer, esas palabras nuevas que usan su generación no tienen valor, mientras que las de sus padres ya son moneda fuera de curso que tampoco sirven. Tras lo sucedido en la Segunda Guerra Mundial se dan cuenta de que hablar no sirve para nada si no se habla de lo que es realmente importante. Se da cuenta también de que, a nivel personal, tampoco sirvieron para salvar las vidas de personas tan virtuosas con el uso de la palabra como Cesare Pavese. 
«El silencio cosecha sus víctimas día tras día. El silencio es una enfermedad mortal». (Pág. 110)
Han pasado más de sesenta años desde que Ginzburg publicase este ensayo y nada ha cambiado. Vivimos en un mundo en el que la palabra está tan desbordada que ya apenas sirve para decir nada o, lo que es peor, se usa para acallar otras palabras, como máscara, como cortina de humo. Vivimos en una globalización en la que seguimos sin saber lo que pasa en países no demasiado lejanos al nuestro. Seguimos sin saber lo que pasa más allá de las paredes de nuestra casa. Incluso seguimos sin saber lo que pasa en nuestra propia casa. El ruido de la palabra sigue siendo un silencio que calla a muchos colectivos, a muchas problemáticas. 
«No nos es dado elegir entre ser felices o infelices. Pero es preciso elegir no ser diabólicamente infelices». (Pág. 110)
Natalia convierte este ensayo en un gran grito a la solidaridad. Hay que evitar que vuelva a pasar lo que ha pasado, que la historia se repita y para ello uno no puede callarse. Hay que hablar, denunciar, gritar, insistir, convencer. Hay que usar la palabra para crear la propia felicidad de cada uno que, por extensión, será la felicidad de los demás. En los años cincuenta la ONU funciona a toda máquina, se celebran encuentros y cumbres de países y, a pesar de la Guerra Fría, hay una clara intención de llegar a acuerdos, de usar la palabra como forma de acercamiento. Natalia sigue creyendo en la palabra y condena tan enérgicamente el silencio que ella, tan poco moralista, tan poco dada a los juicios de valor, afirma: 
 «El silencio debe ser contemplado y juzgado desde el punto de vista moral. Porque el silencio, como la apatía y la lujuria, es un pecado». (Pág. 111)
Leyendo este ensayo no puede evitar preguntarme: ¿cuántas de las cosas que siguen sucediendo hoy en día a mi alrededor pasan por culpa de mi silencio?

Entrada creada en el marco de la iniciativa de Adopta una Autora, proyecto que tiene como objetivo, tal y como indica su nombre, adoptar una autora (que conozcas, quieras conocer y, sobre todo, desees dar a conocer) independientemente de su raza, religión, orientación sexual, época o temática. Un proyecto sumamente interesante sobre el que podéis obtener más información en su blog https://adoptaunaautorablog.wordpress.com. ¿Se animan?

Comentarios

  1. Es curioso como de los silencios y las voces que suelen transmitir en general algo positivo también tengan ese doble fondo para usarlo mal, como tú dices "acallar voces con otras palabras" " callarse cuando se debe denunciar, gritar, insistir..." Cada vez me resulta más difícil desprenderme de esa sensibilidad y fortaleza tan especial de Naty, todo por lo que ha pasado en su vida y sigue hacia adelante! ..Tengo visto en la biblio un par de libros suyos (aunque no están en italiano) a los que tengo que hacerle hueco pronto y creo haber visto de pasada en la librería una reedición de alguno de sus libros, puede ser?? lo ví deprisa y no me quedé con el título...
    Como siempre es genial pasar un ratito por mimomentoconraquel! jajajaja (vaya tela conmigo...)
    Un besote!!!

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  2. Jajaja me encanta lo de mimomentoconraquel. Me halaga muchísimo!! Pues entre este año y el pasado están reeditando buena parte de su obra así que no es raro que te encuentres editado por Lumen un montón de libros de ella en ediciones muy cuidadas y con prólogos buenísimos. Por supuesto, te lo recomiendo ¿qué te voy a decir yo de nuestra Naty que no sepas?
    Otro besote

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