Lecturas de febrero 2017


«En realidad, me atrevería a decir que Anon, que escribió tanto poemas sin firmarlos, fue con frecuencia una mujer».
Con esta cita tan sugerente de Un cuarto propio en la que Virginia Woolf invita a la reflexión a la vez que pone un grandioso dedo en la llaga, me lanzo a  hacer mi ránking de lecturas del mes de febrero. Una vez más no me ha resultado fácil. Tener que elegir para el primer lugar entre Woolf y Atwood me ha resultado complicadísimo, como tener que escoger entre una de mis dos piernas. Pero bueno, alea jacta est, y allá voy:

1. Un cuarto propio. Virginia Woolf. Elige un libro que salvarías del incendio de tu casa: éste. Elige un libro que debería ser lectura obligatoria en institutos y universidades: éste. Elige un libro que te haya hecho reflexionar pero disfrutar al mismo tiempo: éste. Elige un libro que te haya revuelto los esquemas y que te los haya reorganizado: éste, éste y mil veces éste. La autora reflexiona sobre la presencia de la mujer en la literatura y marca hitos como la reflexión sobre "la hermana de Shakespeare", el "profesor von X" o la premisa de las "quinientas libras y un cuarto propio".  ¿Cómo he tardado tanto he leerlo? Siempre me quedará el consuelo de más vale tarde...


2. El cuento de la criada. Margaret Atwood. Un clásico de la ficción especulativa y de la literatura feminista que se reeditará este año. ¿Por qué han tenido que esperar a que se haga una serie para reeditarlo? Misterios del mundo editorial, imagino. Y puestos a imaginar, imagina que un día aprueban una ley por la que la mujer no puede trabajar; imagina que por ser mujer sólo puedes acceder a tu dinero a través de tu marido; imagina que por estar en edad fértil te obligan a entrar en la clase social de las "madres de alquiler", la de las criadas; imagina... Es un libro tan brillante que no leerlo podría suponer que alguna de nosotras algún día, no muy lejano, seamos las protagonistas de este terrible cuento.

3. Intemperie. Jesús Carrasco. Único autor que he leído este mes pero la elección no podría haber sido más acertada. Han pasado semanas desde que lo leí y aún tengo el recuerdo grabado en mi piel. Ese niño que huye podría ser mi hijo. Ese cabrero podría ser mi padre. Ese aguacil... no quiero ni pensar quién podría ser. Todo transcurre al aire libre, a la intemperie, en una meseta agrietada, bajo un sol de justicia y con un agua escasa que da diarrea. Una obra imprescindible del panorama narrativo actual de nuestro país que contiene imágenes y arquetipos tan potentes y atemporales que podríamos decir de él que ya es un "clásico".


4. Dame tu corazón. Joyce Carol Oates. Oates es una de mis escritoras favoritas. Especialmente como cuentista su calidad literaria no tiene parangón. Si otras autoras tienen miedo a penetrar en esos lados oscuros más secretos Oates no sólo entra sin linterna sino que sabe desenvolverse por ellos con una soltura de bailarina clásica, llevando al lector hasta el abismo y haciéndole dudar de hasta su propio nombre. Diez relatos sobre amores obsesivos, destructivos, ambivalentes y rasgados a cada cual más bello... y más escalofriante (no, no hay fantasmas, pero sí rincones de la mente que dan miedo...)


5. Tea rooms. Mujeres obreras. Luisa Carnés. Aquí ya empiezan mis dudas. ¿Por qué lo coloco en el quinto puesto del escalafón? ¿No merecería estar más arriba? Por supuesto que sí, pero al igual que me sucedió en enero, el nivel de lecturas de este mes ha estado tan alto que, en fin, está en el quinto pero no lo infravaloren por ello, por favor. Luisa Carnés es una de esas autoras olvidadas de la generación del ´27 junto a las Sinsombrero que, por fin, salen a la luz. Una obra imprescindible para entender una época, para comparar si casi un siglo después realmente hemos avanzado realmente como mujeres (en cuestiones sociales, laborales, psicológicas) y para rescatar de la oscuridad a un grupo de mujeres valientes que pagaron un precio muy alto por su coraje.

6. Un amor molesto. Elena Ferrante. Primera obra publicada de esta autora en 1992 que, aunque pasó desapercibida en nuestro país, es de lectura obligada para los amantes de la conocida como Saga de las dos amigas o tetralogía napolitana. En esta novela corta pero densa recorremos de nuevo la sucia, bulliciosa y agobiante Nápoles de la mano de Delia quien, tras la muerte de su madre Amalia, se ve obligada a regresar a la ciudad y reencontrarse con su pasado. En esta búsqueda, que en un primer momento parece girar en torno al porqué de esa muerte, Delia se reencontrará consigo misma y realizará un descubrimiento tan sorprendente como inquietante: se ha convertido en aquello que más odiaba: una sombra de su madre y de su padre. ¿Logrará reconciliarse con su pasado?

7. Hermano de hielo. Alicia Kopf. Libro que va como un iceberg a la deriva y que se salva, por la primera parte, original y atrevida, en la que la autora nos acerca a la aventura de la Conquista Polar y la compara con el autismo de su hermano y el cuidado de las personas dependientes. Sin embargo, llega un punto en el que naufraga y el relato se centra más en sí misma, en sus citas a ciegas a través de las redes sociales, en su intento por abrirse un hueco en el mundo artístico, y todo mientras lee a Woolf, McCullers y Zweig y escucha a Beyoncé o a Daft Punk. ¿Demasiado arriesgado? ¿Demasiado vanguardista? En mi opinión, demasiado incoherente. 

8. Kitchen. Banana Yoshimoto. Primera obra de esa autora japonesa comparada internacionalmente con Haruki Murakami por ese carácter entre onírico y surrealista de sus obras y un cierto toque entre melancólico pero esperanzador. Un librito que se lee del tirón y por el que la autora acaparó maravillosas críticas que a pesar de su poca profundidad en el tema de la muerte y el vacío que deja a los que sobreviven (Banana la escribió con 24 añitos) se lee de forma muy agradable y dulce gracias a su frescura. No es "el libro de mi vida" pero sí una buena opción para leer algo ligero, sobre todo si te gusta la narrativa japonesa.



Comentarios

  1. Entiendo totalmente tus dudas con esos dos libros porque son complementarios. Queda claro que los dos son imprescindibles y dan un punto de vista que nos ayuda a cuestionar todos los mitos y toda la Historia. También he leído Tea-Rooms y lo he disfrutado muchísimo; tanto tiempo olvidada y lo que nos estábamos perdiendo (;. Este es un ránking de lujo y espero leer pronto el de Yoshimoto porque me gusta su estilo.
    ¡Un saludo! :),

    The written girl

    Pd. Yo también tengo que firmar como Anon, que con la cuenta siempre me da problemas ¬¬

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    1. Ja, ja, ja me ha hecho mucha gracia lo de Anon. Finalmente opté por poner a Woolf en el primer puesto más por una cuestión de orden en la lectura, ya que leyéndola primero "El cuento" de Atwood cobra aún más relevancia. Imagínate que aún no he escrito reseña de Un cuarto propio porque aún no me veo capaz de hacerlo. Creo que debo releerla varias veces para exprimirla más y quitarme la sensación de que me he perdido algo de él.
      Estoy feliz de que te haya gustado mi ránking y, como siempre, un placer encontrarme contigo por aquí. ¡Gracias por tu visita!
      Un abrazo gordo.

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  2. Un mes más, me anoto tus sugerencias. En especial El cuento de la criada y el de Oates. Yo también me pregunto cómo tardé tanto en leer Un cuarto propio y por supuesto, debería ser lectura obligatoria en colegios.

    Muy buenas lecturas y qué más puedo añadir, muy fan de tu criterio, Raquel.

    Saludos ;-)

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    1. Mil gracias, Pilar. Me hace muy feliz que te encuentres tan a gusto en mi blog, mi pequeño cuarto propio, y que nuestro intercambio de lecturas sea tan productivo.
      Un abrazo muy fuerte.

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