La mano izquierda de Peter Pan - Silvia Herreros de Tejada


Edición: Espasa. 2017.
Páginas: 471
ISBN: 978-84-670-4915-2
Precio: 19,90€
Calificación: 7/10

Lo que más me ha gustado: la autora es experta no solo en el personaje de Peter Pan sino también en su época y en su autor cuyo nombre desconocía hasta ahora: J.M.Barrie. La pasión y la profunda investigación que ha llevado a cabo sobre el tema se transmite en cada una de sus líneas. Así mismo, tiene un estilo fresco, directo y dinámico que provoca que te enganche en la trama desde las primeras páginas.

Lo que menos me ha gustado: el final. No, no se preocupen, no voy a contárselo ni a hacer ningún tipo de spoiler. Simplemente comentar que me esperaba algo más... ¿cómo decirlo? transgresor, o reivindicativo.
«Peter Pan encanta el deseo reprimido de la mujer pro individualizarse dentro de una sociedad que constriñe el potencial femenino —explico—. Un deseo que intenta florecer a lo largo del siglo XX en la literatura escrita por mujeres.» (Pág. 31)
J.M.Barrie. 
Peter Pan. Ese personaje mítico que todos conocemos en mayor o menor medida gracias a la "magia de Disney", quien logró universalizar el personaje de tal manera que lo hizo suyo. Pero, ¿quién creo a Peter Pan? ¿Qué historia hay detrás de él? ¿Hubo algo después de Peter Pan? David y Moira son dos profesores (el primero, madrileño, la segunda, californiana) que coinciden en la Universidad de Yale compitiendo para conseguir una plaza en el congreso conmemorativo de los 150 años del nacimiento del escritor que se celebrará en Edimburgo, su ciudad natal. Investigando la obra de Barrie, Moira descubre que después de escribir Peter Pan, sus escritos cambian de estilo, se vuelven sombríos y oscuros. Es como si Peter Pan hubiera sido escrita por la mano derecha de Barrie, luminosa y creativa, mientras que el resto de su obra, de una calidad incluso superior, lo hubiera sido por su mano izquierda, tenebrosa y profunda. ¿Qué ocasiono ese cambio tan brusco? ¿Quién está detrás de esa mano izquierda? 
«Lady Cynthia Asquith se convirtió en secretaria de J.M. Barrie en 1918. Prolífico autor hasta este momento, desde entonces, él apenas consiguió sacar adelante ninguna obra. Quizá se debió a que en l191 se "agotó" su mano derecha y se vio obligado a escribir con la izquierda, según all  poseedora de "pensamientos mucho más siniestros".» (Pág. 238)
David, claro está, viene a ser el equivalente moderno a ese Peter Pan que se niega a crecer. Mentiroso, manipulador, egoísta y soñador, necesita constantemente recibir la atención de los que le rodean y ser reconocido como un hombre exitoso, haciendo cuanto sea necesario para conseguirlo. Moira, por otro lado, sería el alter ego de Wendy, una niña que soñaba con que Peter Pan la rescatara pero que al no suceder eso nunca vive desencantada de ese mito. Su empeño, de cara al congreso, es demostrar que detrás de la figura de Barrie existió una mujer cuya influencia en su obra fue más allá del mero apoyo personal. Esa mujer se llamaba Cynthia Asquith.
«"Me siento tan inconstante... Soy una persona distinta según con quién esté y nadie en absoluto cuando estoy sola" dice Miranda en La casa de la primavera [una de las obra más conocidas de Cynthia Asquith]». (Pág. 404)
Silvia Herreros monta un coro a tres voces para contar la historia, alternándolas entre sí de forma ágil y original y dando aún más dinamismo a la redacción mediante la introducción de extractos del testamento de Barrie, cartas entre él y Cynthia, el test de Peter Pan, programa del congreso... La voz de David está contada mediante un narrador omnisciente que le presenta como un personaje un poco patético e inmaduro que se intercambia constantemente mensajes con su madre. La voces de Moira y la de Cynthia, sin embargo, están expresadas en forma de entradas en sus diarios respectivos. Tres personajes muy diferentes entre sí pero que dan lugar a un juego de espejos muy inteligente e interesante. La competitividad entre Moira y David serían un reflejo de la que existió en su día entre Cynthia y Barrie. Moira podría ser un espejo de Cynthia en ese carácter un poco volátil que lucha por unas ideas que no tienen claras y que, al final, a pesar de sus esfuerzos, se dejan seducir por ese espíritu del niño que nunca quiso crecer, convirtiéndose ellas en uno. David, espejo de Barrie, sorprendentemente se desmarca y rompe el mito. 
«Cynthia era tremendamente ambiciosa: quería actuar, escribir, codearse con la crème de la crème de la intelectualidad (...) Una mujer, sin duda, poseedora de innumerables matices, cuyo estudio en profundidad puede decirnos muchos no solo sobre Barrie, sino también sobre la situación de las mujeres a principios del siglo XX.» (Pág. 54)
Cynthia Asquith
David-Barrie, David-Moira, David-Cynthia, Moira-Cynthia, Cynthia-Peter Pan, Capitán Garfio- David... Las combinaciones de espejos, alter egos, de "el otro", el doble, son numerosas. Espíritus apasionados, competitivos y complejos pueblan esta novela en la que todo está relacionado y durante la cual, como si de una trama detectivesca se tratara, el lector avanza en la investigación sobre el fascinante personaje de Cynthia Asquith, una mujer más joven que Barnie cuyo sueños de ser actriz y escritora se ven supeditados a una amistad de dependencia con el famoso escritor. El personaje de Cynthia es muy complejo. Perteneciente a una de las clases más influyentes de la Inglaterra de su época, su estatus desciende al contraer matrimonio con un hombre que se arruina económicamente. Ella sigue adelante, intentando mantener su prestigio, y luchando también por cómo compaginar sus deberes como madre y esposa con sus propias aspiraciones. La forma de llevar hacia delante estas aspiraciones es, sin embargo, caótica, reflejo de todas las dudas sobre la identidad femenina que flotaban en esa época (¿siguen hoy flotando?) mostrando una pasión desbordante en algunas situaciones y una frialdad hiriente y cruel en otras. Así, por ejemplo, el desapego que siente hacia su primer hijo, John, a quien ve como un obstáculo en su vida del que se deshace en cuanto puede, contrasta brutalmente con la lealtad infinita hacia el posesivo Barnie. Es por ello que la admiración que se puede sentir hacia esta mujer bella y culta se ve contrarrestada con una difícil identificación hacia ella.
«¿A cuento de qué venía Cynthia Asquith a estas alturas, si no era más que una mediocre aspirante a escritora apenas presente en las biografías de Barrie? Seguro que Rob Walter le había dado la esa a esta tipa por el rollo feminista de la escritora ninguneada. Las pobres mujeres de la era postvictoriana.» (Pág. 23)
Lo mismo sucede con Moira. Una mujer actual que sigue los pasos de Cynthia intentando reivindicar su figura y, en general, la de esas mujeres silenciadas por la historia e incluso por su momento presente por vivir a la sombra de un hombre que les cubría y sobrepasaba pero que, curiosamente, se convierte en una de ellas. ¿Por qué? Me pregunto una y otra vez. ¿Por qué permitir que la historia se repita y no romper con esos estereotipos? 
«Reparé en una estantería con un carmelita en el que ponía "autoayuda para hombres" y al lado otra, con el equivalente para mujeres. En la primera, los volúmenes versaban sobre el éxito en el trabajo, la superación´n de los obstáculos laborales, sacar a La Luz la potencia masculina (...) En la parte femenina, sin embargo, los libres tenían que ver —cómo no— con romanticismo, buscar novio, ligar por Internet...» (Pág. 109)
Silvia Herreros de Tejada
En conclusión, un libro muy ameno y entretenido así como instructivo, en el que nos sumergimos en la historia y la metahistoria de Peter Pan contadas a modo de bioficción. El uso de diferentes recursos y distintas voces así como su lenguaje actual y coloquial nos hace sentirnos como espectadores de primera fila de la misma. Silvia Herreros lleva al lector de la mano de su pasión por Peter Pan con gran elegancia y soltura, por lo que merece la pena seguirle la pista a esta escritora que, por cierto, también participa en los monográficos literarios de Carne Cruda (Radio 3). Quizás sea por esto que la música también forma parte importante de la historia de David y Moira pues podríamos hacer una lista de reproducción en Spotify muy interesante con los temas que salen en la novela. Leyéndola me ha recordado a cuando de pequeña, en el colegio de monjas, la señorita Ana golpeaba mi mano izquierda cada vez que me veía escribir con ella y me gritaba con su voz estridente: «¡la mano izquierda es la del demonio!» Un libro de los que te atrapan y que te hace recordar la importancia de esa mano izquierda tan olvidada y silenciada...


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